sábado, 11 de julio de 2009

El Laberinto del Fauno



''Los cuentos de hadas son más que ciertos;
no porque nos digan que los dragones existen,
sino porque nos dicen que pueden ser vencidos.''
G. K. Chesterton


En términos generales, un cuento puede definirse como una narración breve de hechos reales o imaginarios que son transmitidos de manera oral o escrita.

Así mismo, se dice del director de cine Guillermo del Toro (Cronos -1993; Mimic-1997; El espinazo del diablo-2001; Blade II-2002; Hellboy-2004; El laberinto del fauno-2006; Hellboy 2: El ejército dorado-2008) es buen narrador de cuentos, pues hace uso de los recursos narrativos de este género para crear microcosmos cargados de una atmósfera y un ritmo particulares donde se recrean distintas realidades junto sus contrapartes: mundos fantásticos (de la ciencia ficción, el plano espiritual, el comic o el cuento de hadas).

Por cierto, el cuento de hadas es un subgénero dentro del cuento. Una de sus peculiaridades es poseer personajes que suelen estar relacionados al mito y/o a la leyenda (hadas, duendes, elfos, brujas, gigantes, etc.). Está estructurado como una sucesión de hechos entrelazados (acciones-consecuencias) que se desarrollan en un mundo fantástico, sin localización exacta. Comúnmente tiene un final feliz, que evoca una moraleja.

Es el caso de El laberinto del fauno, en donde el cuento de hadas (contexto fantástico) se sucede de manera paralela con la guerra civil española (contexto histórico).

La historia se sitúa en el año 1944, quinto año de paz, y cuenta el apasionante viaje de Ofelia (Ivana Baquero), una niña de 13 años que junto a su madre Carmen (Ariadna Gil), convaleciente a causa de un avanzado estado de gestación, se traslada hasta un pequeño pueblo en el que se encuentra destacado Vidal (Sergi López), un cruel capitán del ejército franquista, nuevo marido de Carmen y por el que Ofelia no siente ningún afecto. La misión de Vidal es acabar con los últimos vestigios de la resistencia republicana, escondida en los montes de la zona. También ahí se haya el molino donde Vidal tiene su centro de operaciones; en él les aguardan Mercedes (Maribel Verdú), una joven que se encuentra a cargo de los demás miembros del servicio, y el doctor (Álex Angulo), que se hará cargo del delicado estado de salud de Carmen. Una noche Ofelia descubre las ruinas de un laberinto donde se encuentra con un fauno (Doug Jones), una extraña criatura que le hace una increíble revelación.

El universo simbólico enriquecido por elementos del cuento de hadas es llevado a la espectacularidad, los personajes están esteriotipados y el suspenso se basa en el continuo proceso de descubrmiento que da lugar a situaciones límite, sin embargo todo esto funciona perfectamente dentro del relato.

El paralelismo y divergencia que existe entre el mundo real y fantástico, refuerza otras ideas y sentimientos en pugna, tales como: lo fascinante y lo repugnante, la eterna lucha entre bien y el mal, así como la crudeza y el escepticismo frente a la ternura y la fe. Estas constantes dicotomías son resaltadas por el lenguaje visual, en los contrastes de colores, texturas y tonalidades que nos introducen en la atmósfera de un cuento de hadas oscuro y misteroso.

Así como en El espinazo del diablo donde la historia en realidad es contada por un fantasma, en El laberinto del fauno el planteamiento temporal tampoco es completamente lineal, puesto que, en un inicio apreciamos a Ofelia tendida en el suelo, herida de muerte. Enseguida escuchamos la nana taradeada por Maribel Verdú (tema principal de la banda sonora) que nos transporta al mundo subjetivo de la niña, el mundo de los cuentos de hadas. Vemos entonces a Ofelia leyendo un libro y comienzan a sucederse los hechos hasta el momento del trágico desenlace.

La búsqueda de la inmortalidad también es un tema recurrente dentro de la obra de Guillermo del Toro. En Cronos, el alquimista que alcanza la inmortalidad ha sacrificado su lado más humano para conseguirla, en su lugar el protagonista rechaza la vida eterna con el fin de conservar su propia identidad e inntegridad personal. Lo mismo pasa con El Laberinto del Fauno, donde Ofelia desea convertirse en una princesa, vivir eternamente feliz; mientras el capitán Vidal mira en su prole la continuidad de sí mismo a través del tiempo.

Como en otras películas del mismo director, los personajes deben tomar una decisión relacionada a un dilema ético-moral, como resultado terminan inmolándose a nombre de sus propias convicciones o bien autodestruyéndose guiados por la ambición y/o la búsqueda de poder. Se trata de cuentos de hadas sin finales felices, con moralejas tristes y dolorosas, que sin emabargo elevan e inmortalizan a sus héroes.

Diego Baca

1 comentario:

Anónimo dijo...

esto esta feooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo chaooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo