domingo, 30 de agosto de 2009

Lars Von Trier que estás en los cielos.....

Una vez leí el título de un blog que decía: "Lars Von Trier es un hijo de puta"... me cuestioné muchas veces el porqué de este epítome ofensivo y hasta injusto pero al nuevamente revisionar con la gente del club Dogville y Manderlay como que ya veo por donde iba el título mencionado....



Von Trier siempre ha sido un provocador. Desde el hecho de incluir la palabra "Von" a su apellido solamente para diferenciarse del resto de sus compañeros en la escuela de cine y tener algo en común con maestros con Von Stroheim o Von Sternberg ya nos da una muestra de cómo piensa; por lo mismo desde su primer film The element of crime de 1984 (premiado en Cannes) llamó la atención pero sin duda lo que lo popularizó fue que junto a Thomas Vinternberg fundaran el ya conocido movimiento cinematográfico Dogma 95 y por la primera película filmada por él en dichos términos, Breaking the Waves en 1996, que lanzara a la fama además a esos monstruos de la actuación llamados Stellan Skarsgard y Emily Watson quien recibiera una justísima nominación al Oscar.


Luego de esto, Von Trier nos entrega en el 2000 esa joya llamada Bailarina en la Oscuridad, un musical sui generis sobre la trágica historia de una inmigrante checa que trabaja en USA de obrera en una fábrica y cuyo desarrollo dramático nos grafica crudamente hasta dónde puede llegar el sacrificio de una madre por su hijo. En esta oportunidad Cannes se rindió a sus pies -al igual que el mundo entero- y no sólo le otorgó a su film la Palma de Oro sino que premió a su intérprete la cantante Björk como Mejor Actriz por su brillante performance. Con esto Von Trier sí captó la atención mundial lo que le permitió que su siguiente proyecto estuviera lleno de estrellas, el proyecto es nada menos que una trilogía llamada "América, tierra de oportunidades" y cuyas 2 primeras entregas vamos a comentar hoy.



La primera película de esta trilogía es Dogville (2002); como decía a estas alturas cualquier actor estaba interesado en filmar con Von Trier por lo que Nicole Kidman aceptó gustosa ponerse a las órdenes del danés al igual que el estelar reparto que pudo reunir. Von Trier supo astutamente aprovechar la presencia de estas estrellas para presentarnos un film atrevido, transgresor dentro de los cánones típicos dentro del cine y por supuesto provocador. Con una escenografía mínima mayormente trazada sólo en el piso como si fueran marcas (lo cual nos puede molestar a lo mucho 30 segundos) la película nos narra la historia de Dogville, un pequeño pueblo ficticio ubicado en las montañas nortamericanas habitado por "gente sencilla y amable" según las palabras del narrador del film (excelente John Hurt) en la decada de 1930s el cual un día recibe la inesperada y sorpresiva aparición de Grace (Kidman) una bella fugitiva que pide ser refugiada en el pueblo; los habitantes del pueblo, desconfiados al inicio, ceden ante el predicamento de Tom (Paul Bettany) hijo del médico y que es una especie de guía espiritual del pueblo para que le den una oportunidad a Grace a cambio de que ella pueda ayudarles en lo que necesiten o -como se aprecia luego en el film- en lo que no necesiten. Al comienzo todo es felicidad para Grace, que siente que ha encontrado en el pueblo a un grupo de amigos y hasta una familia, pero luego de que llegue una millonaria petición de recompensa por informar del paradero de Grace el pueblo manifiesta su inquietud por estar protegiendo a una desconocida (que por cierto no quiere manifesar de qué o quién huye "por la seguridad de ustedes" como bien lo manifiesta la misma Grace), por lo que sienten que es momento de demandar algo más de Grace... y es aquí cuando Von Trier nos presenta todo un estudio acerca de la cualidad corruptiva del poder en la naturaleza humana, tornando esta amable historia en un film que nos incomoda, nos tensa y hasta nos causa impotencia y horror al ver lo que le sucede al personaje de Grace por parte de los otrora amables habitantes del pueblo, luego da un giro inesperado que puede provocar incluso una euforia en el espectador -recuerdo algunas reacciones que se oyeron en el cine cuando la vi- pero que a las finales nos cuestiona directamente: ¿somos mejor que otros? ¿qué hubiéramos hecho de estar en lugar de los habitantes del pueblo, o lo que es peor, en lugar de Grace al final de la película? Obviamente no quiero revelar detalles para no estropearles la sorpresa a quienes no han visto el film, pero indudablemente se trata de una de las bofetadas más sinceras e incómodas que un espectador puede recibir de parte de una película y del cual no es sino responsable Von Trier ayudado por ese grupo de estrellas encabezados por una Nicole Kidman digna de hacerle un monumento. UNA OBRA MAESTRA INDISCUTIBLE Y DE VISION OBLIGATORIA.


Por su parte, Manderlay Von Trier nos presenta un tema totalmente diferente: luego de salir de Dogville, Grace (ahora en la piel de Bryce Dallas Howard en una correcta actuación) se topa casualmente con una mujer que le pide ayuda porque van a azotar a su marido por haber cometido una falta grave. Grace, muy sorprendida por lo que la mujer le manifiesta, la acompaña para descubrir, con horror, que en la plantanción de Manderlay todo sigue como en la época de la esclavitud por órdenes de Mae (Lauren Bacall) la anciana dueña de la platación; una vez más las buenas intenciones de Grace la hacen quedarse en Manderlay y con la ayuda de la presencia de los "asistentes" de su padre (Willem Dafoe) permiten que ella instaure un régimen democrático y enseñarles a los esclavos las bondades de la libertad y el libre albedrío contando para ello con el apoyo de su dirigente (Danny Glover), sin embargo a medida que avanza el film nuevamente se nos presentan cuestionamientos: ¿están preparados para la libertad? ¿quieren ellos esa libertad? ¿lo distinto a lo que conocemos es necesariamente malo? Pues todo eso lo plasma Von Trier en un film fuerte, que nuevamente nos incomoda y nos deja cuestionando al final, con un resultado que si bien no llega a los niveles de maestría de Dogville es igualmente brillante.




Mientras ha estrenado ya la polémica -que extraño jeje- Antichrist, estamos a la espera que realice Wasington (así, sin H) con la que estaría cerrando su trilogía sobre los Estados Unidos. Pues esperemos no demore, porque aquí lo esperamos con ansias sr. Von Trier. Sea o no sea usted un hijo de puta.


CRISTIAN

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